Entre la fecha en que Teobert Maler descubrió este sitio en 1905 y las obras de salvamento arqueológico que actualmente se llevan a cabo, prácticamente no se llevó a cabo ningún trabajo arqueológico en Naranjo. Afortunadamente, la estelas documentadas en el Corpus de Inscripciones Jeroglíficas Mayas, volúmenes 2-1 y 2-2 (Graham 1975, 1975) brindan la oportunidad de asomarse a la historia del sitio. Ésta estuvo dominada por la guerra, ya que Naranjo se hallaba ubicada entre los poderosos reinos de Caracol y Tikal y estuvo sujeta a las belicosas intervenciones de Calakmul.

Los vacíos que existen en esta historia y que separan los períodos temprano, medio y tardío, probablemente representan intervalos de dominio extranjero, ocurridos a raíz de derrotas militares y de la posible extención del linaje real del sitio. El primer Hiato, que ocupa los reinos de los anónimos gobernantes treinta y seis y treinta y siete y que se caracterizó por constantes guerras entre Caracol y Naranjo, llegó a su fin con la llegada a Naranjo de una princesa de Dos Pilas, quien estableció un nuevo linaje real. El segundo Hiato fue provocado por la derrota de Yax Mayuy Chan Chaak, a manos de Tikal, en el año 744. Después de esta fecha, sólo se conoce un monumento erigido en los siguientes treinta y seis años.

Naranjo y sus alrededores son renombrados por su cerámica policroma de la más alta calidad.

El fundador mitológico de la dinastía de Naranjo, cuyo glifo nominal se conoce con el apodo de "Bestezuela de hocico cuadrado", subió al trono miles o quizás cientos de miles de años antes del período propiamente histórico de la ciudad.

Lo anterior se basa en Martin y Grube (2000:69-70, 78, 80). Entre sus fuentes se cuentan Peter Mathews y David Stuart (citados en Martin  1996a) en lo tocante a las fechas mitológicas.

Los gobernantes de Naranjo

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