Fachada Sur de la Casa de las Tortugas. Este pequeño edificio ha siempre llamado la atención de los visitantes por su elegante y sencilla ornamentación y sus agradables proporciones. Su friso, ornamentado con un motivo de junquillos, se halla enmarcado por dos cornisas geométricas. Este friso es menos alto que el paramento o muro inferior liso, lo que ayuda sutilmente a equilibrar visualmente el edificio. Las tortugas de piedra que adornan el edificio a lo largo de toda su cornisa superior han dado también origen al nombre moderno con que se conoce esta construcción. Las tortugas fueron importantes símbolos en la antigua Mesoamérica. Por ejemplo, algunas creencias sostenían que la corteza terrestre era el carapacho de una gran tortuga. Asimismo, los mayas veían el caparazón de una tortuga en las tres estrellas que forman el cinturón de la constelación que en Occidente se conoce como Orión. Además, las tortugas se asociaban con el agua y, por lo tanto, con el Inframundo (que se concebía como un lugar de agua). Es difícil saber cuál era el significado exacto de las tortugas que adornan este edificio, pero es razonable suponer que hacían alusión a las funciones del mismo.